
Son cosas que dan como un ataque de impotencia, que se trasluce luego en proyectos de resolución para pedir informes respectivos. Por eso, desmitifico que la función de legislar sea fácil, y que se circunscribe a los días de sesión. Cada sesión es el broche de oro de un largo camino que va desde el trabajo de campo por así decirlo, a verificar si lo que uno ideó ya no está hecho, y luego llevar el debate a las comisiones respectivas. Es conseguir la adhesión de los pares, convencerlos con argumentos válidos y hacer un seguimiento.